Las costillas, cocinadas a fuego lento, se impregnan de una salsa sabrosa hecha a base de tomates, cebolla, ajo, vino y especias, logrando un equilibrio perfecto entre dulce, salado y umami. La cocción prolongada asegura que las costillas queden tiernas y se deshagan en la boca, mientras la salsa se espesa y se carameliza, intensificando los sabores.
Las patatas fritas, crujientes por fuera y suaves por dentro, son el acompañamiento ideal, proporcionando un contraste de texturas que complementa perfectamente la riqueza de las costillas en salsa. Este dúo clásico no solo es delicioso, sino también muy versátil, permitiendo variaciones en la salsa con diferentes especias o ingredientes según las preferencias personales.
Este plato es sinónimo de comidas familiares y momentos compartidos, evocando recuerdos de domingos en casa y reuniones festivas. Es un plato que, a pesar de su simplicidad, ofrece una experiencia culinaria completa y satisfactoria.
En resumen, las costillas en salsa con patatas fritas combinan la jugosidad y el sabor profundo de las costillas con la textura crujiente de las patatas, creando un plato reconfortante y delicioso que celebra la cocina casera en su máxima expresión.
Una barra de pan, una buena salsa, patatas fritas y una carne que se deshace en la boca. Es que no se puede pedir más a un plato. Se hacen prácticamente solas, gustan a todo el mundo y si sobran están increíbles después de haber reposado.
Limpiamos bien las costillas eliminando el exceso de grasa. Poner aceite en una cacerola grande (mejor si es tipo cacerola baja) y sofreir las costillas previamente salpimentadas.
Cuando se sellen añadir los ajos, la cebolla troceada bien pequeña y los pimientos a troxos. Sofreir bien y añadir un chorrito de tomate frito.
Posteriormente el vino blanco y a los 3-4 minutos cubrir con agua y añadir la pastilla de caldo de carne. Cocer a fuego medio hasta que estén blanditas (90 minutos aprox.). Si es necesario añadir más agua durante al cocción. Rectificar de sal.
Si se desea, triturar la salsa y colar para eliminar pieles (si las hubiera).