Los garbanzos con almejas son una combinación exquisita que fusiona lo mejor del mar y la tierra en un plato reconfortante y lleno de sabor. Este plato, típico de la cocina mediterránea, tiene una magia especial que lo hace irresistible. Pero, ¿qué hace que los garbanzos con almejas sean tan especiales?
En primer lugar, la combinación de sabores. Los garbanzos, con su textura suave y su sabor terroso, se complementan a la perfección con la salinidad y el sabor marino de las almejas. Esta mezcla crea una sinfonía de sabores que es al mismo tiempo satisfactoria y fresca.
En segundo lugar, la salud y la nutrición. Los garbanzos son una excelente fuente de proteínas vegetales, fibra y minerales, mientras que las almejas son ricas en proteínas magras, omega-3 y otros nutrientes esenciales. Juntos, forman un plato nutritivo y equilibrado.
Y por último, su capacidad para llevarnos a la costa mediterránea con cada bocado. Los garbanzos con almejas evocan imágenes de soleadas playas y cenas al aire libre junto al mar. Es un plato que celebra la vida y la abundancia de los ingredientes frescos.
Ponemos aceite a calentar, añadimos el ajo, la cebolla, el pimiento y las zanahorias.
Cuando este pochado, añadimos el tomate y la sal. Dejamos cocer 5 minutos, añadimos el pimentón, retiramos y trituramos.
En el mismo aceite añadimos los garbanzos lavados. Rehogar y poner las verduras trituradas. Echamos un poquito de agua hasta cubirir y dejamos cocer 10 minutos.
Finalmente añadir las almejas, las gambas, previamente descongeladas, y un poquito de perejil. Rehogar un par de minutos más y apagar.
Si sobra de un día para otro, mejor, porque está increíble incluso de nevera