Las judías blancas en potaje son un plato clásico de la cocina casera que evoca la calidez y la satisfacción de las comidas reconfortantes. Estas legumbres cremosas se cocinan lentamente en un guiso sabroso, junto con chorizo ahumado, cebolla, ajo, zanahorias y hierbas aromáticas, creando una experiencia culinaria que es tanto abundante como deliciosa
Lo fascinante de las judías blancas en potaje es su simplicidad y su sabor reconfortante. Cada cucharada es una explosión de sabores robustos, donde la suavidad de las judías se combina con la riqueza del chorizo y la profundidad de las especias. Además, este plato es una celebración de la cocina tradicional, donde ingredientes simples se transforman en una comida abundante y satisfactoria.
Otra característica distintiva de las judías blancas en potaje es su capacidad para mejorar con el tiempo. Al igual que muchos platos de guiso, este plato se vuelve aún más delicioso al día siguiente, cuando los sabores tienen la oportunidad de fusionarse y desarrollarse aún más.
Las judías blancas son un plato clásico de los fríos días de invierno. De una simplicidad insuperable, necesitarás varias barras de pan si quieres disfrutar de verdad de la experiencia.
*Importante, las judías hay que dejarlas en remojo la noche anterior
Poner las judías en remojo la noche anterior. Antes del uso escurrir y reservar.
En una cacerola poner 1.5 L de agua fría y echar las judías escurridas. Añadir la cabeza de ajos entera y las dos hojas de laurel. Cocer a fuego medio hasta que estén casi blandas (90 minutos). Agregar agua según necesite y siempre fría.
Pelar y romper una patata y añadirla a las judías junto con la pastilla de Avecrem.
Aparte en una sartén poner el aceite de oliva y sofreir la cebolla y el diente de ajo. Poner 1 cucharada de pimentón dulce cuando la cebolla esté pochada y la sartén fuera del fuego (si se quema el pimentón amarga).
Paralelamente hervir el chorizo cortado para desgrasarlo durante 5 minutos.
Echarlo todo dentro de la cacerola y dejar cocer 10 min más.