La pasta carbonara es un emblemático plato italiano que proviene de Roma y es conocido por su sencillez y sabor intenso. Tradicionalmente, se elabora con ingredientes básicos: pasta, guanciale (un tipo de tocino curado), y una mezcla de yemas de huevo y queso Pecorino Romano. La técnica radica en mezclar los ingredientes de manera que el calor de la pasta cocida emulsione los huevos, creando una salsa cremosa sin necesidad de añadir crema.
Ideal para una comida rápida o una cena elegante, la carbonara evoca la esencia de la cocina italiana, donde la calidad de los ingredientes es primordial. Cada bocado ofrece una combinación perfecta de sabores salados y umami, haciendo de este plato un favorito en todo el mundo. Prepararla en casa permite experimentar con su versatilidad, pudiendo ajustarla al gusto personal sin perder la autenticidad de su receta tradicional.
Vaya por delante que nosotros hemos sido los primeros en hacer una "carbonara" con nata y bacon, pero cuando se prueba la original se entiende el sacrilegio que supone. No lleva absolutamente nada, se hace en 5 minutos y está increíble. Hoy en dia tanto el pecorino como el guanciale se encuentran con relativa facilidad, así que ya no hay excusa para no preparar esta receta y sentirte como comiendo en la mismísima Roma. ¡Dale caña!
Poner agua a hervir y, cuando hierva, introducir la pasta con un poco de sal
Cortar el guanciale en tiras y sofreír en una sartén sin aceite. Reservar y conservar el aceite que ha dejado en la sartén.
En un bol mezclar los huevos con sal, pimienta y el queso rallado hasta que ligue.
Cuando la pasta este lista echarla sin colar (a fin de que añada algo de agua de cocción a la salsa) en la sartén del guanciale y remover a fuego bajo.
Añadir el contenido el bol con el fuego quitado y remover bien.