El pisto manchego es un plato tradicional de la región de La Mancha en España, conocido por su mezcla de sabores frescos y su versatilidad. Hecho con una base de tomates, pimientos, calabacines y cebollas, este guiso de verduras se cocina lentamente hasta alcanzar una textura suave y jugosa. El resultado es un plato colorido y sabroso que puede servirse caliente o frío, y que suele acompañarse con huevos fritos o jamón, haciendo de cada bocado una explosión de sabores auténticos y reconfortantes.
Este plato no solo es delicioso, sino también saludable, ya que está repleto de vitaminas y minerales de las verduras frescas. El pisto manchego es perfecto como acompañamiento o como plato principal ligero, y su preparación sencilla lo convierte en una opción ideal para cualquier día de la semana. Su origen humilde y su sabor exquisito lo han hecho popular en toda España, destacando por su capacidad de reunir lo mejor de los productos de la huerta en un solo plato.
Que rabia da comer tomates que no saben absolutamente a nada fuera de temporada. Pues para eso nació el pisto, una receta de conserva de los mejores tomates del año que puedes envasar al vacío todo el tiempo que quieras. ¡Úsalo para acompañar unos huevos fritos, una carne, pescado o lo que más te apetezca! Vale para todo.
En una cacerola poner 3 cucharadas de aceite y echamos el tomate., sal y comenzamos a freir.
En otra sartén ponemos 3 cucharadas más de aceite y sofreirmos el diente de ajo y la cebolla. Posteriormente añadimos los pimientos rojo y verde. Agregamos sal y pochamos bien.
Cuando el aceite del tomate frito quiera subir añadir las verduras pochadas y dejamos unos minutos más. Corregir la acidez con azúcar si es necesario.