El granizado de fresa, como parte de la familia de los granizados, tiene sus raíces en tradiciones milenarias que combinan el hielo con sabores frutales para ofrecer un alivio refrescante durante los meses cálidos. La costumbre de mezclar nieve o hielo con zumos o jarabes tiene antecedentes tanto en Asia como en el Mediterráneo. En particular, durante la Antigüedad, los persas y posteriormente los romanos almacenaban nieve de las montañas en pozos profundos para su uso estacional, añadiendo frutas o miel para crear bebidas frías primitivas. Sin embargo, el concepto moderno de granizado comienza a definirse en Europa durante los siglos XVII y XVIII con la llegada del hielo comercial y el desarrollo de técnicas para enfriar líquidos rápidamente. En este contexto, la fresa, fruto de gran estima en las cortes europeas por su fragancia y sabor, se incorporó como uno de los sabores predilectos, beneficiándose del auge de la horticultura y la mejora en las técnicas de conservación y transporte de frutas frescas.
A partir del siglo XIX, con la expansión del acceso al hielo artificial y los avances en refrigeración, el granizado de fresa se popularizó como una opción accesible tanto en cafés como en fiestas populares, especialmente en regiones del sur de Europa y América Latina. En España e Italia, por ejemplo, el granizado se consolidó como una bebida veraniega imprescindible, y el sabor a fresa, por su dulzura equilibrada con una nota ácida, se convirtió en un clásico. Durante el siglo XX, la industrialización y la aparición de máquinas específicas para la preparación de granizados facilitaron su consumo masivo, y la fresa, asociada a la frescura, la juventud y la naturalidad, fue empleada también en campañas de marketing vinculadas al estilo de vida saludable. Así, el granizado de fresa pasó de ser un lujo ocasional a un símbolo estacional de disfrute sencillo, manteniendo su vigencia hasta hoy como una forma placentera de enfrentar el calor y celebrar el sabor de la fruta.
Granizado de fresa en robot de cocina
Descripción
Pocas cosas pueden refrescar los 40ºC de un dia de verano, pero esta es una de ellas. El proceso es super sencillo y puede hacerse en cualquier momento. ¡Pruébalo y nos cuentas!
Ingredientes
Instructions
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Congelar las fresas
Lavar las fresas y congelar mínimo 24-48 horas
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Triturar
Triturar la cascara de limón y el azúcar a velocidad máxima 2 minutos.
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Triturar las fresas en varias tandas
Ir añadiendo las fresas poco a poco en el vaso batidor (en tandas más pequeñas) triturando a velocidad máxima. Servir.